viernes, 5 de septiembre de 2008

EducAccion

www.faduderemate.blogspot.com Llegué cuando ya estaban en el ministerio, apuradisima y con una sensación en el pecho de no estar donde debía. Llegando se me erizó la piel al ver la gran multitud que se reunía a la puerta del ministerio. Ver los carteles armados en la FADU también me mató: si, siempre sobresalían las banderas de esos partidos que opacan todo, pero también había muchas de estudiantes, de docentes, que se hicieron pensando en comunicar lo que nos pasa, con la esperanza de mostrar a la sociedad que ya no podemos resistir más y que eran llevadas por alguien que jamás había llevado una. Lo que pasa en la FADU no es nuevo, ni exclusivo de nuestra facultad: todo el país está ardiendo como una bracita, de esas que a veces parecen frías al punto de que la tocas, pero que cuando toca tu piel te quema mostrandote la realidad. Miraba a todos, caras conocidas por doquier. Algunos alborotados sacaban toda su energía cantando y moviendo su carpeta, la misma que llevamos tan incómodos en el colectivo por tantos años y que hoy nos parecía tan simbólica, tan nuestra. Otros sólo escuchaban, tratando de entender, mirando atónitos. Muchos docentes tenían el semblante muy serio. Profesoras y profesores jóvenes, caminaban al lado de los viejos y entre cientos de alumnos que esta vez, también pedían por ellos. Yo estaba seria también. Seria e incómoda por momentos, seria y orgullosa por otros. Veo en todo esto algo en gérmen que promete, mas allá de su apariencia deforme y oscura de ahora. Veo cómo se genera un diálogo que jamás hubo en mi universidad, cómo por primera vez somos más los que percibimos que hay algo que no está bien en cuanto a las condiciones en las que estudiamos y nos animamos a pensar qué hacer con eso, con nosotros, con nuestros maestros y su salario... Buscar una pronta solución sería estúpido de mi parte y muy peligroso... siempre hay gente dispuesta a dar "esa solución que se necesita" con algunas condiciones. Ser pesimista y desanimarse es muy fácil, pero no nos es para nada útil ni constructivo. Ojalá esto llegue a buen puerto, pero ojalá también que no se apague este espíritu de compromiso, de solidaridad y de acción que se generó en la Fadu y en varias facultades de la Uba. Después de todo, educar también es accionar cuando se tiene que.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la acción la pusieron ustedes,
habrá reacción?

no la hay en salud, no la hay en acción social, pero no hay que aflojar.... jamás.

María dijo...

Algún día elegiremos funcionarios que no sean sordos, ni ciegos, ni tan ignorantes como para negar que sin educación un país camina para atrás a pasos agigantados.

Ojalá que hayan sido escuchados.


Besos.