domingo, 29 de junio de 2008

- shhhh -

* El peso de la frazada sobre mi para empezar. Y ser conciente de ello y de la sensación de protección que me da. * El silencio del despertador, respetuoso del domingo. * Un peinado no peinado con aires ochentosos asomandose en el espejo y la posibilidad de andar así por doquier, sin miradas que juzguen mi imágen. * Silencio y aroma a tostadas con manteca. La cocina limpia y ordenada producto del esfuerzo de la noche anterior y un café extra large cortado apenas. * Zapping y encuetro con un programa que no miraría nunca pero que hoy me encontró dispuesta... dándome un conocimiento nuevo, algo que guardar. * Frio en las manos, mas café y la promesa de pixelation latente. ...será poco...(o mucho)...no necesito más ni menos hoy. .............................................................................. !(Recordar esto cuando esté sentada en algún importante estudio, aburrida y perturbada, tratando de lograr más dinero).

martes, 24 de junio de 2008

[tolerancia 0]

Liniers una vez mas me ilumina y me hace sentir "dentro", "in", "menos mala", "normal"?.... hoy no soporto a nadie. Me leo y no me soporto [será esto un colmo?]... no soporto cosas demasiados dulces, ni demasiado amorosas. Tampoco soporto mucha violencia, ni demasiadas agresiones. Ni para el sarcarmo o la ironía hoy existe tolerancia... Espero no tener tantos días así... Me fuí. No soporto mas estas letras. (¬,¬)

lunes, 23 de junio de 2008

sujeto-objeto

La lógica de nuestra época está basada en el pensamiento científico. Para el hombre moderno el mundo de los fenómenos es ante todo un “ello”, un objeto de estudio, algo impersonal. En cambio para el hombre primitivo el mundo es enteramente personal y se para frente a los fenómenos con un trato de “tu”. El conocimiento científico se basa en esta relación “sujeto-objeto” pero es muy distinta a la del hombre antiguo, que descubre al ser que tiene en frente, que se para con una actitud de “comprender” esa otra naturaleza.
Caminábamos por las "Faldas del uritorco". Era temprano y el frío entraba por la nariz para helarte el resto del cuerpo. María estaba maravillada con esa casita que parecía un iglú y que se erguía entre los matorrales en medio del barrio hippie. A esa hora todo dormía............. A mi también me gustó bastante el iglú, pero me ví incapacitada de decirlo a viva voz en ese momento, así que solamente sonreí. Después de cruzar una rústica tranquera nos adentramos en un caminito mas angosto por el que cada vez subíamos más y más. Hace mucho que no caminaba a la deriva, sin un rumbo exacto y concreto. Todo era nuevo, desconocido y ajeno, pero me sentía cómoda, sin nada que perder, libre. Cuando menos lo esperábamos apareció por ese camino una mujer. Llevaba zapatos de cuero, viejísimos y gastados, pantalones de algodón por los tobillos e igualmente gastados, varios sacos y saquitos encimados, una vincha en el pelo, largo, ondulado y sin huellas recientes de peine sobre sí. También llevaba una mochila que dejaba ver que en algún momento había sido nueva y moderna, pero que hoy, sucia y gastada, apenas resistía el peso que llevaba. Marcelina es artesana e iba al mismo lugar que nosotras, solo que no a pasear, sino a trabajar vendiendo su arte....... Todo su ser hablaba de un estilo de vida distinto y nos habló del tesoro que había descubierto allí, de lo mágico de vivir con pájaros, sin mas luz que la del sol, la luna o las estrellas, calentándose en invierno con leña, curándose con hierbas silvestres....... Para Marcelina existen "fuerzas" que rigen el universo y nos aconsejó, tras una charla larga y natural, con voz dulce y suave que meditáramos y le pidiéramos a las "fuerzas marítimas y de la tierra" por esas cosas que deseábamos mucho, porque "el universo responde cuando se desea con todo el corazón".... Nos despedimos de Marcelina y seguimos mirando las artesanías. Después se hizo tarde y volvimos a "La Aldea", pero una sensación extraña se fue conmigo. Algo que parecía despertar dentro mio después de mucho tiempo de sueño. "Eso" me hacía sentir fresca, nueva, como si hubiese descubierto una verdad de mi ser mas íntimo. Sabía que se iría. Que la cotidianeidad y la rutina borrarían ese sentir. Por eso volví callada, lo mas que pude, tratando de darle lugar con ese silencio a esa parte primitiva de mi, que pronto volvería a hibernar.

viernes, 13 de junio de 2008

y la colo....

... se murió el viernes 13 nomás. Creo que es por lo menos poético. Casi puedo decir que lo supe cuando llegué ayer y la vi en el rincón mirando la pared. Cosa rara en ella que siempre me miraba entrar levantando las orejas. Cosa rara es en definitiva esto de que las mascotas mueran.

miércoles, 11 de junio de 2008

. . . r e i d e a n d o a n d o . . .

"La sabiduría es hija de la experiencia" dijo Leonardo y frunció la nariz como si nada, sin presentir que siglos después yo me pasaría varios días pensando en su frasecita. "Y... depende como experimentes" le retruco.... y en mi charla onírica con él, le argumento: "después de todo, a veces no aprendemos nada de las experiencias, simplemente pasan".............. ¿o es que siempre aprendemos?... ¿mal o bien? ¿aprender mal es una posibilidad? una refunfuñona señora una vez le grito a uno "¡malaprendido!". Yo creo que no se puede aprender mal, mas bien se puede aprender diferente a lo establecido, a lo que "debe ser"... pero aprender mal? se aprende o no se aprende, y listo. Y la sabiduría... ¿¿no es mucho?? "sofía"...siempre la anhelé... y alguna vez me pregunté "¿Para qué la queres?" y llegué a 1 conclusión: depende. Alguna vez la quise porque la creía un acceso a cierto poder, otras veces porque me daba satisfacción, ayudaba al ego... pero entendí que nunca la había tenido realmente... hoy entiendo que por lo que mas la busco es por la "libertad"... esa que experimenté algunas veces, en milésimas de segundo y que me enamoró a primera vista.

zz…(-_-)…zz

Trabajar a veces tiene color. A veces no. Hoy sale azul y eso es muy bueno. Debe ser por el frío. Extraño el diálogo cibernético y las tortas fritas rellenas del sur. Extraño el sur...eso es.