"Namasté"

Sin sentido aparente caminaba por una calle llena de pequeñas señales de humo. me llamaban de muchas formas, a veces tan fuertemente que lograban captar mi atención, que por aquellos días andaba inquieta y saltando de aquí para allá. Mi cabeza pedía a gritos un descanso, un pequeño tiempo para ordenar el caudal de información al cual la sometía día a día, año tras año. El corazón, mas fuerte y mas dispuesto siempre, también estaba cansado, pero aún así buscaba y buscaba: vivencias, recuerdos, sentires, creencias, percepciones varias, miedos, dudas, luces, abrazos, miradas de palomas... todo era material necesario e importante para él. En esa dicotomía estaba sumergida cuando una puerta pequeña pero consisa apareció ante mi. Era tan pequeña que mi razón no lograba entender como pasar por ella sin quebrarse, sin dejar parte de sí de este lado, sin arrugarse, estrujarse, y sufrir en ese paso alguna que otra perdida. Pero la puerta era muy linda, brillaba con una luz tan especial, con un aroma a nueces tostadas, se sentía fresca y azul... su atractivo era tal que en un abrir y cerrar de manos me encontré traspasandola, de a poco a veces, mas fuerte y segura otras, con todo mi ser, con toda mi alma.................................................... y ahí me encuentro aún, como hechizada, sintiendo, apretujada y presionada por mi cabeza y mi corazón; me veo a mi misma y me abrazo, me llamo dulcemente, me recuerdo, me releo y me compadesco de mi... es que soy tan pequeña que tal misterio no cabe en mí! pero aún así lo busco, lo repito, lo escudriño, lo grito, lo recuerdo, lo retengo en la tempestad de la rutina, llevo tu mirada en mi mente y me dejo arrastrar por los siete vientos sagrados, aunque huelan a tempestad.... (shhhhh....)