Vivencias de tinte romántico..

Caminaba silenciosa rompiendo la quietud del barrio por la mañana. Ni una palabra había salido aún de mi boca en lo que iba del día. Iba inmersa en una sub-realidad tipica del estado de ensueño que me abarca por completo hasta entrado el medio día. Y ahi lo ví. Agonizaba, sus partes desparramadas en la fría vereda daban cuenta de su situación. Y yo lo contemplé y un dolor pequeño pero intenso me penetró en el pecho. Aún así seguí caminando, aparentemente indiferente al horror...... y pensando si era al final ése el destino de los que crecen demás, de los que se animan a subir más alto de lo que deben, a desplegar sus ramas y ser hermosos, arriesgandose, sabiendo que están subordinados a la voluntad del que tiene las herramientas y esa extraña cosa que les da el poder de decidir hasta cuando los demás deben ser, existir. Y es que llegará la estacion en que sus hojas, cansadas y secas se caigan y entonces ya no serán útiles... ya no darán sombra y quedarán feas (no se bajo que criterio estético) en la vereda................... Entendí que ese es el destino de muchas cosas y que estamos indudablemente dirigidos hacia un final tragico, donde cuando crezcamos demás seremos aputados y mutilados de alguna manera................ Seguía divagando cuando Pao abrió la puerta. "hola pao, como estas?", "hola sil, bien, con noni". Entré. Me acomodo en la compu y empiezo el día. Otro día como todos. Nadie notó que amputaron mi árbol preferido a dos cuadras.