sábado, 9 de febrero de 2008

Mascaras para respirar

Llegamos temprano. Había ese clima de primer función. La recepcionista estaba ahi, esperando a que llegara aquella primer persona que daría comienzo a la velada. Y es que la primer entrada vendida tiene algo distinto, quiebra el tiempo en dos: el tiempo normal y cotidiano queda disminuido y olvidado cuando comienza el espectaculo. Y el mismo tuvo lugar para mi desde que crucé la puerta del "teatro del ángel". El nombre ya me gustó. El lugar tenia un barcito que se veía preparado para esa noche. Sillas de plástico, aroma a desodorante, música funcionando desde temprano y bajito. Tenia afiches de películas de los años que se te ocurran colgados en sus paredes y mascaras en el techo. No era armónico, ni bello, si tierno, algo melancólico y fuera de la cotidianidad. Y el lugar se fue llenando de gente, que como yo venían a verlos... y que con sus diversos estilos, con sus poses mas o menos logradas, daban color a la noche. Entre a la sala y un piano nos esperaba. Un hombre atado de manos lo acariciaba armonizando una melodía muy buena por cierto... Su cara era blanca. Sus ojos tristes y perdidos. Su ropa oscura. Sus pies y sus manos desnudas parecían lo único vivo en el... eso y su mirada, que siempre reposaba sobre el piano. Le crei cada movimiento... el realmente era tal ser! Del otro lado una chica de verde también parecía perdida. La sala se llenaba de a poco, la gente susurraba y algunos hablaban alto. Yo quería que se callen. Para mi era perfecto ver a esos dos personajes ahí... aguardando el momento de ser. Las pocas luces que había se apagaron y el piano se fue apagando también. El show iba a comenzar. Durante casi dos horas tuvieron mi atención, mis lagrimas, mis risas y mi corazón pendiendo de un hilo. Cantaban, algunos mas grave, otros mas agudo pero todos exquisitamente. Sus voces expresaban claramente lo que representaban... y cada personaje era el personaje, sufría el drama y reía cuando algo lo motivaba... se veía en sus ojos, en sus manos temblorosas... en los músculos... ellos eran, no representaban... eran seres extraños que solo aparecían esa noche... para nosotros. El espejo ... así se llamaba esa obra. Fue mucho mas que eso, fue ese aire que estaba necesitando para seguir. Necesitaba respirar arte... necesitaba su música, sus vestuarios y ese maquillaje increíble justo en ese momento. Me fui cantando lo que tanto había escuchado durante esas dos horas: "no ves, no se ser... lo que esperas..."

5 comentarios:

Miss dijo...

que lindo:)
me dieron ganas de estar ahi,
la próxima invita, no seas desubicada.jaja

Sil dijo...

JAJAJAAJa, estaria bueno no? algun dia arreglamos y salimos. Una cita a ciegas! (pero mas interesante porque seria de dos amigas;)


Saludos ninia!

Marbot dijo...

Excelente crítica teatral. Dos pulgares arriba ;)

Sil dijo...

Marbot... siempre es un placer tenerte por acá. Gracias por el halago, viniendo de un periodista es mas valioso aun!!

Besos

Alejandro the Kitsune-san dijo...

che te pareces a mi ex

me gsuta la lista de tus pelis favoritas

coincido con todas

me encanta heroe

pasa por mi blog, hablo de pelis

muy buen blog

nos vemos