martes, 15 de enero de 2008

Toy story

Levantose tempranito, para tomar ese licuado que tantas calorías le ahorra en el día y que si o sí debe tomarse a la hora exacta, con la justa cantidad de ml de leche y ml de agua. Después de la ducha (en la que hoy por ser martes, usó el shampoo con hierbas), se vistió acorde al clima y maquilló según su vestuario y su estado de ánimo. Pensó en lo que debería acompañarla en ese día: así puso su billetera, la agenda (para organizarse) una birome, carilina y el limpiador de lentes. Los lentes y las llaves, por supuesto, no deben olvidarse. Llegó a la parada del colectivo que la acerca a su trabajo, con bastante sueño y un poco de desgano que nunca se notó en su andar ni en la expresión fresca de su cara. Saludó cordialmente al colectivero que manejaba desinterezado y la miró con esa mirada que por lo lividinosa en el lugar no indicado no sirve para nada mas que para molestarla. No es que se crea divina... y es lo que mas le molesta. Es mirar por mirar y posar la vista donde no debe por el mero hecho de mostrar que sí puede. Viajó tranquila y en su viaje ojeó una revista de modas que reemplazó la lectura densa de "El retrato de Dorian Gray" la semana anterior. Vió que ser "top" sale carísimo... y disfrutó por no necesitar tanto para vivir, y de tener la posibilidad de acceder a lo mucho que necesita (sin ser tanto es mucho). Llegó pronto al trabajo, pronto y temprano. Se sentó en la vereda a esperar a que llegaran a abrirle. Algunas personas mas sencillas que ella en apariencia se paseaban por ahi y los obreros la miraban (cosa que volvió a ponerla de mal humor). Nunca entendió porque de pasar a ser una persona entera, con mil misterios y digna de respeto (solo por ser persona), pasa a ser un perrito al que llaman con sonidos los obreros en la calle. Llegó Pao, abrió la puerta y sonrió como siempre. Hacía calor en la oficina. Llegó, se sentó y ahi nomás pensó: "que hago aca? como no estoy en ...." Pero el pensamiento solo duró un segundo. Después volvió al piloto automático y ya no le dolió la cabeza.

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