lunes, 28 de junio de 2010

quien ríe último, llora primero.

Como considero cada una de las marcas, ya sean arrugas, lunares, pliegues o formas del rostro, como aquello que hace a alguien único e irrepetible, así también creo que cada uno de los conflictos con los que la gente tropieza día a día, aún aquellos más desafortunados, hacen que cada historia sea única y maravillosa. Descubrí entonces el motivo por el cual me rio cuando ocurre algún problema verdadero, alguna desgracia, propia o ajena, y porqué en cambio, me pongo seria y refunfuñante frente a no-problemas, que no merecen la pena. Es que de alguna manera lo disfruto en tanto que sé, siempre sé, que pronto volverá la tranquilidad, que todo pasa, que nada en este mundo es para siempre y que siempre es posible estar mejor. Creo que en algún lugar de mi ser me divierte jugar a eso de ponerse mal. ¿Si sufro? si. ¿Si duele? si, también. Pero ¿qué sentido tendría Ser si no experimentamos dolor o sufrimiento, que luego, comparado con el sentimiento opuesto engrandezcan y potencien a éste último? ...................................................................................

La felicidad entonces sería pasajera y estaría más vinculada al goce que al placer. En el uso común goce y placer tienden a ser sinónimos pero en el psicoanálisis, los significados respectivos se diferencian: “en tanto hace del goce, ya sea un exceso intolerable del placer o una manifestación del cuerpo cercana al dolor y al sufrimiento” (Braunstein) .....................................................................................................................

Pensando en aquellos momentos de dolor pasados, viéndolos a la distancia, puedo decir que siempre en esos momentos de crisis es cuando más crecí, cuando me "ahondé" en mi misma y me conocí en esencia. Y es en comparación a esos momentos que mido mi "felicidad", gracias a esos momentos sé que quiero, sé que buscar. ¿Será, pues, que el sufrir no es tan malo? ¿será que podré ver en mi próxima caída esta realidad tan clara como hoy?... seguramente no. Seguramente no la vea, es más, es muy posible que llore, putee y me relea balbuceando ¿en qué cosa estabas pensando cuando escribiste esto?. Seguramente no tenga nada seguro en esos momentos... pero eso, lo que sea, también pasará y volverá el mundo a azularse para mí, y todo comenzará a girar nuevamente y será hasta la próxima caída.


4 comentarios:

Chuli! dijo...

Me encantan tus palabras... siempre. Simplificás todo.

Me quedo con "que nada en este mundo es para siempre y que siempre es posible estar mejor." Cuánta verdad. Y muchas veces es tan difícil entenderlo y llevarlo a la práctica.

Con respecto al tercer párrafo, hay veces que pienso que es muy difícil conocerse entero a uno mismo. Creo que nos conocen más las personas que están la mayor parte del tiempo con nosotros, las que sufren nuestros errores y equivocaciones, las que disfrutan con nosotros las alegrías, las que comparten... esas personas nos conocen, a mi entender, como no lo hacemos nosotros mismos...

Y quedate tranqui... uno siempre, cundo está mal, se ve a sí mismo estando bien en determinada situación y desea estar en ese momento en el sitio o situación buena... pero como vos decís, qué sería de la felicidad si no tuviese el contraste del dolor o la angustia? No sería tan tan feliz que digamos...

¡Me hiciste pensar en muchas cositas lindas en una tarde gris de miércoles Sil!

Genia! jaja!
Besotes miles. A ver si alguna vez te das unas vueltas por Entre Ríos loca! (en realidad tendríamos que ponernos las pilas nosotros también para ir para allá!)
:D

Sil dijo...

Hola Chu! gracias por comentar! sería lindo que nos conozcamos un día... ya le dije a mario, cuando gusten, los espero!!!;)

abrazo, buen día de miércoles gris! ^_^!

Anónimo dijo...

positive vibration!

Vagamundo dijo...

Señoras.. Señores... tenemos aquí a un ser capas de ver más allá de la superficie de las cosas...

¡Enhorabuena, Sil!