viernes, 9 de abril de 2010

rec.


Tuve la suerte de estar en lugares libres de la contaminación que usualmente soporto. tuve la dicha de respirar aire puro y frío, viendo al mismo tiempo, espectaculares colores terracotas. tuve esa sensación de plenitud extrema cuando hace pocos días crucé un puente rojo rumbo al pucará y vi nubes descansar sobre montañas. viajé, volé, contemplé... dentro y fuera de mi y en tiempo record. descubrí que soy más pequeña de lo que creía. Inventé destinos nuevos, pinté futuros dispares, tuve la libertad de hacerlo sin presiones y logré re descubrir la belleza en lo incierto, la armonía en la diversidad, la sencillez que llena el alma. Alguien tarareó "Siento poesía de sueños de ayer, que trasciende al ser ..." y pude oírlo entre montañas coloreadas por la luz de un atardecer fresco... llovió donde usualmente reina la aridez. y finalmente, el mar coronó el instante viajero, para rociarme con su sonora brisa y dejar que mis pies descansen en su orilla.



4 comentarios:

Chuli! dijo...

Guauu!! qué grandísima y buena sensación ;)

Qué bueno hayas disfrutado mucho.

Saludos!

Marbot dijo...

Llegás a la ciudad y te querés matar, no?

Sil dijo...

Chuli siempre tanta buena onda vos!! grosa.

y mario quirido, sabés que amo mi hogar... como me voy a querer matarr!!?? jajaajaja todo bien! cada cosa a su tiempo amigo.

Besos para ambos!

Vagamundo dijo...

Que bonito, ese largo camino, de los que no se acaban al llegar a la meta, de los que continúan, siempre de vuelta de algo, siempre hacia algo más.
Más ricos, más vivos.
Más vagamundos, en fin.