martes, 11 de agosto de 2009

mareas matutinas

Desperté tarde pero no cambié el ritmo. No pude hacerlo. Bajé de la cama despacio y de costado. Sin abrir los ojos caminé hasta la puerta del cuarto. Tantee algun calzado con la punta de los dedos de los pies. El piso estaba frío y no podía seguir más de ahí sin ayuda. Finalmente llegué al baño y pude abrir los ojos para verme en el espejo. El instante de reconocimiento duró más que de costumbre. Desde ahí todo sucedió espontáneamente. Café, sol entrando por el ventanal de casa, un día despertaba y me obligaba a hacerlo también. Me vestí casi igual que ayer buscando recuperar algo de la comodidad del día anterior. Opté por poco maquillaje, el pelo suelto, algo de color que contraste con mi blanco y negro natural ayudaría... algo mas informal de lo acostumbrado iría bien con mi estado interior. Lo logré. Cómoda conmigo. Salí de casa. Las cuadras del sol estaban radiantes hoy, los aromas y la frescura del viento estaban afinadas, así que no pude evitar cerrar de nuevo los ojos y caminar un poco así... ¿porque con los ojos cerrados se acentúan los sentires? y de repente extrañé el mar. Justo antes de una tormenta.

5 comentarios:

G. F. Degraaff dijo...

logra en pocas palabras crear mil imágenes... la tormenta, el mar... llena de sensaciones infernales y divinas, con la oscuridad de algún brillo nuevo... bravo!

Chuli! dijo...

Si, miles de imagenes. Es muy dificil eso, me encanto! Saludos Sil!

Unknown dijo...

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Que cosa con las tormentas que se desatana en mañanas de sol,brisa... y ojos cerrados.


Muy bueno,mi dama.

Gtoledo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gtoledo dijo...

Sil, como de costumbre, un relato lleno de sensaciones, casi incleíble que sea un dia dentro de la rutina... Y eso de hacer cada dia especial viene a mi cabeza cada vez que leo este blog y me llena de esperanza...

Gracias por la magia!
Beso!
Me debes mates... desde hace mucho!!!!